Fernando de Noronha, un ambiente natural único

Fernando de Noronha es un archipiélago volcánico perteneciente al estado de Pernambuco. Se encuentra a orillas del Océano Atlántico, a 545 kilómetros de Recife (Pernambuco), 710 km de Fortaleza (capital de Ceará) y a 360 kilómetros de Natal (capital de Rio Grande do Norte).
Este archipiélago tiene 26 km cuadrados y está formado por 21 islas de las cuales sólo está habitada la mayor de ellas, que lleva el mismo nombre que el archipiélago. El resto han sido declaradas Parque Nacional Marino por el gobierno del país, y por lo tanto está prohibida la presencia humana en ellas, salvo para fines de investigación científica.

Delfines en Fernando de Noronha
Su descubrimiento se dió en 10/08/1503, por Américo Vespucio. La infraestructura para el turismo es muy básica, consistente en posadas familiares, casi siempre sin agua caliente, pocos restaurantes, y normas muy estrictas de preservación del lugar. Sin embargo, los turistas que van a Fernando de Noronha no buscan centros nocturnos ni grandes hoteles, sino que están dispuestos a tener un poco de incomodidades con tal de disfrutar de la naturaleza única del archipiélago.

El Instituto Brasileño de Protección al Medio Ambiente (Ibama), vigila estrechamente que se cumplan todas las restricciones impuestas en el archipiélago para preservar su delicado ecosistema. Entre las medidas que regulan el turismo existen varias a tener muy en cuenta a la hora de viajar, la primera es que sólo se permite el acceso a la isla a 500 turistas al día. También existe una tasa de entrada y permanencia en la isla. La Tasa de Preservación Ambiental aumenta progresivamente cada día. A la hora de practicar ciertas actividades tendrá que consultar con las autoridades, ya que en algunas playas está prohibido o restringido el baño por ser lugar de desove de tortugas, y ciertos puntos de buceo cuentan con restricciones para preservar el coral.